La cocina es uno de los elementos fundamentales de toda vivienda, un lugar en el que se pasan muchas horas y por donde transcurren muchos momentos con la familia y amigos, por lo que resulta imprescindible que ésta esté adecuada perfectamente a los espacios de la vivienda, y claro está, sea de vuestro gusto. Punto éste en el que entran a jugar varios factores: los espacios muertos y la personalización de los muebles.
¿Nunca os habéis fijado cómo en muchas viviendas hay espacios muertos entre paredes y columnas? Suele ser algo muy típico que nos encontramos día tras día en el taller, donde nos llegan personas comentándonos que necesitan tal o cual mueble para poder dar una cierta funcionalidad a ese hueco inútil que se dejó el arquitecto en la cocina, o a esa esquina con un extraño ángulo donde no hay mueble que encaje bien. Y siempre les comentamos lo mismo: para estas situaciones la mejor solución son las cocinas a medida, pues gracias a este tipo de muebles personalizados primero se estudia cómo es la cocina y después se hace un mueble que encaje a la perfección; ¡y no al revés!.
Ahora bien, ésta no es la única ventaja de tener cocinas a medida, pues dentro de la personalización tenéis la opción de determinar cómo queréis exactamente el mueble. Es decir, podréis decirnos qué materiales os gustarían, qué tipo de distribución preferiríais, si os gustaría realizar efectos con las pinturas o poner tallados a mano, y así un largo etcétera. ¡El límite es la imaginación!
